Después de consolar a mi madrastra por la infidelidad de mis padres, tuvimos sexo en el sótano.Después pasamos a la cuarta mujer, que es rica

Tras descubrir la infidelidad de mis padres, me encontré buscando consuelo en los brazos de mi madrastra.La revelación me había dejado sacudido, pero su presencia reconfortante era un bálsamo para mi alma herida.A medida que descendíamos al sótano, la tensión entre nosotros cedió a una ardiente pasión que había estado durmiendo demasiado tiempo.Su figura voluptuosa, acentuada por su amplio pecho, era un espectáculo para contemplar.No pude resistir más su encanto, y sucumbimos a nuestros deseos.Nuestra prueba fue un testimonio de nuestra profunda conexión, un testimonio de los crudos instintos primarios que habían sido suprimidos durante tanto tiempo.Cuando se acercó el clímax, me vi añorando por más, porque el sabor de otras mujeres se tocan.Y así, dimos la cuarta mujer en medio, una mujer de riqueza considerable y deseos insaciables.La noche recién comenzaba, y el placer que estábamos a punto de experimentar fue más allá de todo lo que habíamos conocido.