Bragas aceitadas: Sesión sensual de masturbación con paja

Después de un caliente paseo, nuestro protagonista decide darse un placer propio, optando por su par de bragas aceitadas favoritas.La vista de la tela brillante en sus muslos se estremece por su columna vertebral, encendiendo un deseo insaciable.Está bien versado en el arte de la autogratificación, su mano acariciando expertamente su miembro palpitante, enviando cada movimiento olas de placer que se divierten a través de su cuerpo.La vista del reflejo en el espejo solo sirve para alimentar su excitación, sus ojos nunca abandonan la visión de sus brillantes bragas.Su respiración se estimula cuando se acerca al clímax, su mano acelerando su ritmo.Con un golpe final y potente, libera su deseo acumulado, la leche se salpica sobre sus bragas aces aceitados.La vista que tiene su semilla gastada en su ropa interior favorita es un espectáculo para contemplar, un testimonio de su lujuria insacible.